lunes, 17 de octubre de 2011

Uno por aquí, y otro por allá.

Encendemos la televisión y nos encontramos con que el Gobierno propone la dispersión de los presos de ETA por los centros penitenciarios de todo el territorio español.
Y yo me pregunto lo siguiente:
Es lógico que los presos de ETA deben ser castigados, y si una de las medidas que se toman es cambiarles de prisión, no veo por qué no.
Pero, ¿tiene el gobierno derecho a condenar también a los familiares de los miembros de la banda que han sido apresados?
Desde mi punto de vista, todo asesino o cómplice de ello es escoria. Pero es lógico que una madre, un hermano, un primo e incluso un amigo le quiera por lo que eran, y no por lo que han hecho. Es decir, que les quiera por cosas como el afecto familiar o, simplemente, por los buenos momentos vividos con esta persona. Y ellos no tienen por qué tragarse un viaje de diez horas desde el Pais Vasco hasta Málaga, por ejemplo, porque a los jefazos se les haya ocurrido marginar a los malos.
No tienen por qué aguantar el hecho de pensar que cada vez que quieran ver a su hijo, nieto o compañero tengan que pedir unos días libres en el trabajo, tengan que dejar la casa sola o tengan que pagar un billete para un viaje hasta la nueva vivienda del preso.
Y esto me hace pensar:
¿Piensan ellos [Los políticos] en todos de verdad?

                                                                                                                                                                                             Publicado por domin

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